Déjame andarme en ti, dejar de respirar el ritmo de la vida y respirar tus ganas de mí.
Inundarme de tus besos, naufragar en las caricias que son como un sutil remanso de sueños y de noche.
Detener cada latido, que ninguno lleve prisa en alcanzar el amanecer... solo déjame permanecer aquí, ahora, contigo.
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