La inspiración se fue por el momento.
Estaré esperándola a ver si se digna volver más tarde, quizá mañana. Mientras, las letras se ponen inquietas dentro de mi cabeza, tratando de encontrar un orden que parece más bien desorden.
Pongo cara de mujer pensativa: sólo pienso en la nada y lo encantadora que es.
Luego, algo dentro de mí sugiere que mejor ponga muchos sueños en los recovecos de este espacio, producto de mi personal microcosmos. Me dispongo a dormir, porque duermo para soñar.
Aparece una serie de sueños en cadena, rodeados de pequeños fuegos artificiales: un libro, un amor, un destino, un viaje, un beso, una flor, un hijo, una mascota, un espacio personal, un árbol, una evolución, una transformación, un mucho de música, un tango con alguien, un sin fin de noches de luna llena...
pd. No me di cuenta, parece que la inspiración regresó acompañada.
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Es delicioso saber que tu inspiración sigue intacta y que me seguire deleitando los ojos con tus letras.
;)