Hablo de algunas mujeres:
de esas que después de los treinta
decidieron hacer lo que más les gusta,
de las que excluyeron de sus sueños
el traje de novia y los teteros.
Mujeres sin horarios,
sin calendarios,
sin rutinas,
mujeres peligrosas
para las demás mujeres
o por lo menos amenazantes
mujeres con proyectos personales,
no familiares.
Mujeres que conviven en la soledad
y no le temen,
por el contrario
la defienden
aunque de vez en cuando
no están solas
y lo disfrutan.
Alguien llega al pasar la noche:
y se hace el príncipe
mientras dura el encanto,
pero siempre se va
pero no importa
que no deje sus datos personales
ni hable de sus rutinas
o que no vuelva siquiera,
ni llame,
ni pregunte que más hacer por la tarde.
Ya vendrá otro
y otro
cada uno más bello
o más feliz
o más oportuno
y se irá de nuevo,
no importa.
Siempre se irán los amantes.
No importa,
si quedan los amigos.
(Cristina Toro)
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