Un domingo...
Ella sale de un motel, a la hora anterior al medio día, esbozando una amplia sonrisa y lo besa en la mejilla.
Otra toma un café, su pequeña hija está sentada sobre sus piernas, son las doce menos cuarenta y cinco. Ni siquiera lo mira, mucho menos sonríe... (hastío)
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uuuuuy... que fuerte... ouch!! no cabe duda, en esta vida habrà que ser felices... creo yo... chiste local :)
El spleen, herencia de muchos, rutina de muchos, sumisión, vida agazapada, de otros. Aquel otro que, diletante, se mueve al ritmo, al juego, al dejarse llevar de la vida.
Y, la felicidad, sería entonces, estas gotas sensualísimas, oleos de imágenes en la memoria, recuerdos de notas musicales en el electrocardiograma de los sentimientos humanos.
Aun a veces, con todo eso, quisiera desaparecer.
Pero, Alguien busca?, Alguein busca? Alguien Busca al hombre?
Saludos. Pronto no? quizá una semana más.
Los jueves, ya lo dacía una poeta, es cualquier día, pero de cierto, es que no es un miércoles. Yo digo día, falta un par de manecillas controladoras, como la mujer. Yo, agazapad y quizá fantasmal, aparezco. Paz.
Jueves: Berriozabal me ve. Y no, más que un inventario es algo así como un glosario de lo que se vive, quizá de lo que no se vive, en este caso.