LA FAMILIA FELIZ
La mía es una familia feliz, feliz.
Papá: Trabaja, resuelve problemas, fuma, salva el mundo, habla y habla, fuma, gasta dinero, viaja, fuma... es feliz.
Mamá: Trabaja, hace negocios, atiende la casa, fuma, se preocupa por mantener su mundo en paz, da consejos, regaña... es feliz.
Hermano de enmedio: Es espiritual y religioso, cuida niños, nos bendice a distancia, cuenta chistes por teléfono, habla español, inglés, portugués e italiano, está muy lejos de casa, va rumbo a la santidad, es maestro, no tiene vicios... es feliz.
Hermano menor: Estudia Derecho, es porrista, gasta dinero ajeno, da clases de latín, está conociendo el mundo, discute con todos, lee novela de ficción, ve películas en casa y en el cine, fuma al estilo de papá, me habla por teléfono para cosas triviales... es feliz.
Yo: SOY, intento formar adolescentes, sonrío, trato de salvar el universo, fumo dos marcas diferentes de cigarros, me desvelo a diario, sueño, bailo, fumo, escucho música, me apasiono, escribo, amo demasiado, enloquezco, dejo mi huella en el aire, me mezclo con el mundo, fumo, tomo café, leo cualquier cosa, sigo escribiendo, amo a mis amigos... soy feliz.
¡Que familia tan feliz!
y luego entonces los amigos, en este caso yo, fumamos también y te queremos mucho y por consiguiente si tu estás feliz, de una u otra manera somos felices también...
En busca de la felicidad.
Un camino de vida, en tanto que vida: un gerundio donde la reflexión da los adjetivos, bueno, posiblemente, yo qué sé.