Las nubes tienen prisa por mudarse,
les pido que no me abandonen.
Se mueven como algodones gigantes
sin gravedad
no hacen ruido
y, para cuando llegue la noche,
me dejarán dormir.
Si despierto sola
es porque ya se fueron,
sin hacer escándalos
ni prendiendo las luces,
así... nomás de puntitas.
|
Hey,
Pues al café ¿no?
Un saludo con el té de la mañana en la mano.