Pretendiste ser perfecto
jugando entre las sombras, te volviste
Tratando de ser perfecto
fuiste cada vez más mortal
...más a cada instante

Subido en el escenario
bailaste ritmos ajenos y lejanos
no imaginaste el fuego -consumiendo-
tu máscara de latón

¡Qué triste haz hecho tu historia!
Ya no sé si siento más tristeza por ti
o por tu personaje derrotista
montado en el escenario
bajo sol y bajo lluvia,
paralizado a voluntad
sin más fondo que una falsa sonrisa
o una verdadera lágrima.

Estoy sentada esperando la función . . .

Nada comienza, sólo escucho:
"Primera llamada... primera..."
no hay segunda ni tercera.

Nada pasa.

Tú no te mueves
aunque te destroces amando
...y ella sigue esperando.